Tijuana.- Llega a las salas de cine la producción británica, ’97 Minutes’, filmada en el Reino Unido, y dirigida por el cineasta finlandés Timo Vuorensola, mejor conocido por las dos películas de Iron Sky. Estreno el 2 de noviembre, 2023.
La historia inicia cuando un 767 es secuestrado y se estrellará en sólo 97 minutos cuando se le acabe el combustible. Contra la fuerte voluntad del ayudante de la NSA Toyin, el director de la NSA, Hawkins, se prepara para derribar el avión antes de que cause daños catastróficos en tierra, dejando el destino de los pasajeros inocentes en manos de Alex, un agente encubierto de Interpol que ha sido incorporado en la célula terrorista. El tiempo corre, con sólo 97 minutos, ¿podrá salvarlos?.
El elenco está a cargo de Jonathan Rhys Meyers que interpreta al hombre del avión, con Alec Baldwin como Hawkins, además de MyAnna Buring, Jo Martin, Michael Sirow, Pavan Grover, Anjul Nigam, Peter Brooke y Slavko Sobin. Escrita y producida por el cirujano espinal y consumado actor y guionista Pavan Grover.
Baldwin fue acusado inicialmente de homicidio involuntario en el incidente del set de Rust en 2021 en Nuevo México en el que murió la directora de fotografía Halyna Hutchins, pero los cargos fueron retirados posteriormente. En medio de la controversia, al menos media docena de proyectos cinematográficos dejaron libre a la estrella. Pero no Grover, quien considera que seguir junto a Baldwin es un motivo de orgullo.
“Tener a bordo del proyecto a Alec Balwin fue una decisión igual de difícil de abordar. El thriller de desastres, filmado en el Reino Unido en febrero, con el productor de Rust Anjul Nigam también en pantalla y como productor ejecutivo, enfrentó presión para cambiar a Baldwin por otro actor”. Pero el guionista y productor, cuyo trabajo diario es como cirujano de columna en Houston, Texas, dice que escribió 97 Minutos con Baldwin en el papel principal y nunca consideró eliminarlo del guión.
La película es un viaje emocionante, destinado a hacer con los viajes aéreos lo que Tiburón hacía con nadar en el mar. «Quería que tuvieras miedo de volar”. «Queríamos crear una experiencia visceral en la que el público sintiera la turbulencia», dice. «Queríamos que la gente se sintiera como si estuvieran en el avión”, dijo Grover.
El resultado final, es «una película que parece haber tenido un presupuesto de 100 millones de dólares pero que se rodó por menos». El presupuesto se acercaba a los 7 millones de dólares y dependía en gran medida de sólo dos escenarios (la cabina del avión y la sede de la NSA) y mucho CGI bien pensado.
Grover dice que ha sentido pasión tanto por la medicina como por el cine desde que era un niño en la India, el primero debido a que perdió a su hermano a una edad temprana. También se enamoró del cine. «Cuando tenía seis años, le dije a mi madre que quería ser actor de Bollywood y bailar alrededor de los árboles», se ríe. “Ella dijo que no, que debía ser un doctor”.
Grover encontró una manera de hacer ambas cosas, y su primera experiencia cinematográfica fue escribir el guión Unspeakable de 2002, en la que también apareció como actor junto a Dennis Hopper.
Fotos de Cortesía.
