Regresó uno de los grandes de la música regional mexicana a nuestra ciudad, el “Rey del Acordeón”, Ramón Ayala, y sus Bravos del Norte. El público se rindió ante él como ha sido en cada una de sus presentaciones durante sus impresionantes 60 años de carrera.

En puntos de las 12 de la noche del ya sábado, el músico y cantante se apareció sobre el escenario del Audiorama de El Trompo para complacer a sus seguidores que ya lo esperaban con cerveza y tragos en mano. Con “Recuerdos tristes” abrió su presentación y todos le recibieron de pie.

Foto | @Formas

Pasaron cuatro años para que su gente en Tijuana volviera a ver a Ramón Ayala, quien en cuanto hizo sonar de forma inigualable su acordeón para su segundo tema de la noche, “Tragos amargos”, la gente enloqueció, la cantó a todo pulmón con la cerveza en una mano y el teléfono en la otra. 

“Un puño de tierra” y “Baraja de oro” fueron los siguientes éxitos que el “Rey del acordeón” interpretó de pie. Aceptó que a sus años y bajo sus padecimientos, que hace un tiempo lo agravaron de salud, le es imposible seguir el show sin sentarse en una silla. “Aquí (sentado) más a gusto, así hasta nos podemos amanecer sin problema”, y los presentes lo ovacionaron.

La seguidilla de sus más grandes temas estuvo compuesta por “Del otro lado del portón”, “Chaparra de mi amor” y el corrido “de los de a de veras”, “Lamberto Quintero”. Mucho de su público se mantenía de pie, vestido de bota y texana, cantando y bailando con sus parejas al son de los clásico de la música regional mexicana.

“Un rinconcito en el cielo” movió los corazones de los presentes. “No porque seas tú” fue de las más coreadas, mientras que “Bonita finca de adobe” y “Mi golondrina” revivieron la nostalgia.

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Ramón Ayala y sus Bravos del Norte también se dedicaron a complacer a sus seguidores con las canciones a petición, aunque el momento chusco llegó cuando alguien de los presentes pidió “Eslabón por eslabón”, clásico de Lalo Mora, quien no estuvo presente en el espectáculo para el cual fue programado en cartelera.

Otras de los más cantadas fueron “Qué casualidad” y “Que me lleve el diablo”, y así bajo una noche fría que el público en el Audiorama convirtió en cálida, transcurrió la presentación que duró dos horas, insuficiente para el repertorio musical de un artista que ha grabado más de 100 discos y ganador de tres Grammys.

Mientras Ramón Ayala y sus Bravos anunciaban su despedida, la gente pedía “otra, otra”, y así cumplacieron con tres canciones más, entre ellas nuevamente “Tragos amargos” para cerrar con broche de oro su concierto en esta frontera. 

 

PREPARARON LA NOCHE 

 

Previa al concierto de Ramón Ayala y sus Bravos del Norte, ofrecieron una gran presentación los Viejones de Linares, conjunto originario de Monterrey, Nuevo León, y que mantiene el legado e influencia de una de las agrupación más icónicas del país en el género, Los Cadetes de Linares.

El grupo regiomontano se encuentra en promoción de su más reciente sencillo, “Abriendo caminos” y que durante su espectáculo la interpretaton, aunque fueron los clásicos norteños lo

s que prendieron a los presentes desde las 10 de la noche.

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“El Palomito”, “Flor de Capomo”, “El Pipiripau”, “La Yaquesita”, entre otros más temas reconocidos, prendieron y pudieron a bailar al público tijuanense. 

Los Viejones de Linares agradecieron el cálido recibimiento en su primera visita a Tijuana, y aseguraron regresar y así poco a poco ser parte del gusto del público.