Tijuana.- Guillermo “Memo” Santos Pérez es un hombre de valores firmes que se gana la vida conduciendo su tráiler. Además de ser amoroso con su familia, desea formar un hogar al lado de Úrsula, una mujer con un oscuro pasado a quien le acaba de pedir matrimonio. Todo parece marchar en orden cuando se entera que Olivia, su exnovia, tuvo una hija suya y le pide que la busque en casa de Daniela Gallardo y Fausto Beltrán, los padres adoptivos de Isabella.
Guillermo dispuesto a conocer a la niña acude a casa de la familia Beltrán, donde es confundido con el nuevo asistente de Daniela, una mujer con clase, exitosa como paisajista, pero que ha visto truncado el sueño de ser madre biológica.
En su primer encuentro con Isabella, Guillermo experimenta una conexión que despierta en él el sentimiento más grande que cualquier humano puede conocer: el amor de padre.
El trailero decide trabajar con Daniela para estar cerca de la niña, mientras confirma con una prueba de ADN que es el papá de la pequeña. Gracias a la convivencia diaria, Guillermo se convierte en el confidente de Daniela, es así como descubre la soledad que ella vive en su matrimonio y que su único motor en la vida es Isabella. Poco a poco, Daniela y Guillermo se empiezan a enamorar, pero deciden callar sus sentimientos por respetar sus compromisos en pareja.
Cuando Úrsula descubre que Guillermo tiene una hija finge apoyarlo, luego en un arranque de celos busca a Fausto para contarle cuál es el parentesco entre Guillermo e Isabella.
Fausto pierde la calma al saber que el verdadero padre de la menor apareció, pues la niña es la clave para mantener a Daniela a su lado y no perder la fortuna de su familia, le hace creer a su esposa que Guillermo se acercó a ella mintiéndole con el propósito de arrebatarles a la pequeña. Muy decepcionada, Daniela despide a Guillermo y le exige que se aleje de sus vidas, sin escuchar ninguna explicación.
Durante una discusión entre Daniela y Fausto, Isabella se entera que es adoptada, en su curiosidad la niña pregunta quiénes son sus verdaderos padres. Daniela se acerca nuevamente a Guillermo y apoya la idea de que Isabella conozca su origen, mientras que Fausto hace todo lo posible porque la niña no se entere de la verdad.
Con el apoyo de su familia, Guillermo también enfrentará las trampas que Fausto le tienda para despojarlos de los terrenos donde se encuentra “La Cocina de Martina”, un restaurante de carretera propiedad de la familia Santos y que Fausto codicia para desarrollar un complejo comercial que le dejará muy buenas ganancias. Por su lado, Daniela descubrirá la traición de Karen, una mujer que fingió ser su amiga con el propósito de estar cerca de Fausto, de quien siempre ha estado enamorada.
Daniela y Guillermo enfrentarán un viaje lleno de dificultades junto a la pequeña Isabella, para finalmente descubrir que su camino es amarse.